2014/12/10

DULCE CONDENA


Cada vez que toco un poco fondo, 
cada vez que el tiempo vuela... 
Otra ilusión que llega..
Será como empezar otra vez de cero,
Esta sí es una dulce condena...

15 KMS DONOSTIA y BEHOBIA 2014

Hacía tiempo que debía encontrar mi hueco para Calamaro en el blog. A pesar de no ser muy de su "ruido", sabía que se merecía su oportunidad, y aquel día en la Avenida de Madrid llego su momento sin que yo lo supiera.


De nuevo con las zapatillas calzadas, gastando suela en el asfalto, y esperando la salida de una carrera siempre especial para mí como son los 15 kilómetros de Donosti. Sobresaltos de inicio, olvidos, carreras, acelerones antes de empezar que obviaron el calentamiento, y ánimos, sonrisas y calor placentero a lo largo de toda la prueba.


Conseguí vivir un cumulo de emociones y sensaciones ideales en cada zancada. Mi mente rodaba en positivo y mis piernas lo notaban. Jamás había conseguido mantener un ritmo tan alto de carrera. Solo deshizo la perfección de la prueba un tirón a falta de poco más de dos kilómetros para acabar. Un pinchacito que no supuso nada aquel día pero que a la postre resultó ser mi homenaje particular al "Calamar". Sin duda, mi dulce condena.


Una hora doce minutos exactos. a cuatro cuarenta y ocho el kilómetro.


Y cuando el juez golpeo la madera con su mazo, dicto sentencia condenandome a privación de media maratón y obligación de realizar trabajos forzados a cubierto durante dos semanas y media, todo ello en la peor de las celdas, esa en la que los contagios por infecciones son inevitables.

Condenado a dicha pena y torturado por las dudas, llegue a Artía, que no a Behobia, con la incognita de si volvería a caer preso de mi ser o conseguiría ser de esos que consiguen agrandar su leyenda entre rejas. Pues bien, solo supe tirar de épica un kilómetro, el resto fue un querer y no poder y a partir de Capuchinos ni siquiera eso; A partir de la inolvidable sonrisa con dedicatoria incluida, se convirtió en un no creer y no poder. Eterno Gaintxurizketa, infinito Miracruz y larga muy larga la Behobia, la más larga de todas las que he corrido en metros y en tiempo (1:43:53).

Y aún así y todo, no puedo sino valorar el valor, la infinidad, la eternidad, el aliento y sentimiento, el apoyo y esos pelos de punta en Behobia, que no en Artía, bajando Gaintxurizketa, en Errenteria, muy especialmente en "Capu" y al llegar a Donosti. Siempre es especial la Behobia, aunque la siguiente condena sea cadena perpetua a este circuito sin Lezo, sin puerto y sin "Behobia", se volverá a sonreir, se volverá a intentar y espero esa vez sí antes de correr soñar. Será como empezar de cero...