A menudo encuentro canciones que acompañan a mis textos, otras veces tengo la suerte de que la banda sonora es la que me hace surgir las palabras, pero tan solo me ha ocurrido una vez que un disco entero, cada una de sus canciones, me diga algo de mi vida y sobre todo de mi VIDA. Viento de cara es el disco en cuestión y su concierto del día de 24 de enero en Intxaurrondo, el momento en el que me sumergí en sus aguas supersubmarinas.
Revoviné la cinta a mayo de 2014, en el ese día Vetusto Kursaal, y volví a sentir esas palabras que aquí mismo se guardan escritas bajo la etiqueta del corazón dejándome llevar por las sensaciones, el deseo y las ganas de gritar a los cuatro vientos, de cara como no, que volvía a viajar bien acompañado a lo más profundo de mí.
A las diez comenzó el concierto, pero no tardaron en recordarnos que de doce a doce y cuarto apagarían las luces, dejarían de sonar las guitarras, bajo, batería y teclados dejando retumbar en nuestro interior el eco de sus palabras, de su música, de nuestro ser.
"...Olvida lo que hay fuera de mi cama,
tenemos todo el tiempo entero para ser eternos..."
Innegable, cierto que no podemos ser el centro de nadie, ni siquiera de nosotros mismos, que las circunstancias que nos rodean hacen que un día o incluso un momento aún siendo igual a otro termine siendo diferente, pero siempre he creído en el valor de uno mismo y más aún cuando este valor es compartido y termina por sumar uno mas uno, uno pero al cuadrado. El dinero, los problemas varios, nuestro pasado, el miedo, el trabajo o la falta de él, nos condicionan pero creo que no pueden cegarnos y no dejarnos ver lo esencial, el camino que se va haciendo, las estrellas que van quedando pintadas en el cielo y más acá. Mucho más acá. Y fue Chino quien dijo que no olvidemos nunca el mañana, pues está al llegar...
"Los que buscan un nuevo trabajo
tienen que rogárselo a los que
han tenido siempre el mundo entre sus manos
hasta que no lo han sabido sosterner.
Tú verás si vienes o vas
que el mañana está al llegar...
...Quiero mi oportunidad la estoy esperando
y sé que llegará."
Pero no puedo, ni quiero, ni debo ser necio y ser yo quién tan solo vea pajas en ojos ajenos sin escapar de vigas que están a punto de aplastarme, y en esas, no por el viento de cara, sino por la Santacruz, llegó el ruido hasta mis oídos para decirme que sin ser el único, sí que soy algo hermético, misterioso y enigmático. Muy yo, a veces demasiado. Baño de realidad, cura de humildad.
"Como he podido echarte de menos estos días,
y aunque estamos en proceso de saber de nuestras vidas.
Así que no estés tan hermética, tan misteriosa y enigmática...
¡A mí me gusta ser más básico, más visceral, más práctico!"
Hubo más, mucho más, seguro que faltan canciones que hicieron vibrar y descubrir sonrisas, barras de metal, arena y sal, momentos en los que creerse el rey del mundo o suspensos en asignaturas que no sean otra cosa que tú misma, pero me quedo en el bis con la luz.
Como no, otra vez la luz que me persigue en este mi #ArgiakPizten particular, alguna estrella de esas que utilizan el cielo como lienzo. Y es que hubo una vez que me convertí yo en guía o al menos lo intenté y aunque después bajé el tono de la luz jamás la apagué, porque confío en ella, confío en mí, en que un día fuí autónomo y me sabía valer por mi mismo siendo aquello deseado sin ser arma arrojadiza. Sé ser camaleón y camuflarme entre los seres importantes para ti, e incluso entre los que no lo son aún a riesgo de meterme en la boca del lobo y acabar engullido ahora que solo tengo hueso y carne. Y aún en esas aposté por el slow food cuando más hambre había y menos ganas de cocinar, eso sí, sin suerte alguna; y es cierto no creo en ella, en la suerte, pero me la jugué dando paso a la trivialidad, que a veces olvidamos que es importante y nos permite recordar que el calor es necesario en el frío, y si para ello hay que utilizar a Izal como artista invitado en el concierto y mi ser en la noche, pues se utilizan.
"... Así que manda una señal,
algo que sirva como luz.
Alguna estrella que me lleve a donde quiera que estés tú.
No me faltes
ya no sé muy bien que darte
solo tengo hueso y carne..."