El aprendizaje va más allá del conocimiento y de recopilar un montón de conceptos. Nunca he sido de dicotomías, al menos no de las estériles,de las de elegir entre el blanco o el negro, el arre o el so, si ir o venir, pero un joven amigo me enseñó hace bien poco que es preferible disfrutar dejando de aprender hoy, que aprender hoy para dejar de disfrutar mañana.
Otro "reaprendizaje" cercano en el tiempo, es la duplicidad de sonrisas, algo así como el milagro de la multiplicación de los peces en forma de boquita alegre y risueña. Perseguir un objetivo, proyectarlo en el tiempo, allá en nuestras mentes, en nuestros corazones, genera felicidad, pero no es conveniente olvidar que si el fin es compartido, las sonrisas creadas son tantas como personas participantes en el mismo, más la suma de aquellas que quieren y a quienes quieren.
Nunca fueron las matemáticas mi fuerte, ni pretendo emular a Eduard Punset, pero hoy me la voy a jugar con una formula quizá no es exacta pero igualmente mágica:
(Sonrisa) X nº de personas que comparten el mismo fin + personas que quieres o te quieren = Felicidad
Una sonrisa hoy va a hacer más fácil sonreír mañana... Los aprendizajes se imitan y experimentan, las sonrisas se contagian y se sienten, ambos se suman, unidos se multiplican.