Ya en las elecciones Generales proponía una reflexión más allá de los resultados oficiales de las mismas, de la lectura en escaños consecuencia de la ley electoral actual. Si en aquel caso concluía que la validez del Senado era poco menos que nula y que la "democracia" no era tan real como debería ser, un año después, en estas últimas elecciones para designar nuevo Lehendakari y Parlamento Vasco, me reitero en mi idea de que el método para conceder los escaños a los diferentes políticos es injusto y más si cabe que en el caso del Parlamento Vasco.
La igualdad de número de parlamentarios designada por Territorio Histórico, es decir formando tres circunscripciones con la misma representación en escaños, 25 tanto en Alava, Gipuzkoa como Bizkaia a pesar de que el número de habitantes es muy diferente en cada Provincia, hace que el Parlamento no muestre una imagen totalmente acorde con la sociedad vasca a la que debe y dice representar. Resulta un tanto antidemocrático que un voto en cualquier localidad Alavesa tenga un valor casi cuatro veces mayor que al realizado en Bizkaia.
Si a ello le añadimos el controvertido sistema D´Hondt para contabilizar los sufragios y el mínimo del 3% de número de votos por circunscripción para poder optar a un escaño, damos con un Parlamento un tanto lejano a la Democracia Real.
La siguiente imagen vale más que mil palabras, aunque seguramente tanto como un voto a un partido minoritario en Bizkaia o incluso en Gipuzkoa...
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