Cuando no se puede decir mejor:
Tras esta
larga, tan larga enfermedad,, te has
marchado con tu Dios, ,has volado.
Quedan
entre nosotros montones de recuerdos, miles de anécdotas y pasajes de tu vida
que siempre nos narrabas entre la realidad y la ficción.
Pasaste por
la vida pisando fuerte; carácter y genio castellano, decías tú. Cariño y
vitalidad.
Me quedo
con tu exigencia, aquélla que ponía firmes a los chavales del barrio.
Me quedo
con tus refranes y canciones. Con mi abuela elegante y moderna. Mi abuela con
clase. Aquella que cruzaba las piernas haciéndose la interesante.
Siempre al
día, lectora incansable; Corin Tellado y como no, el Pronto en tu revistero,
semana tras semana.
Me quedo
con tu orden, con tu guardar por si acaso, con tus toallitas, con tus pañuelos
bordados. Con tu olor a Heno de Pravia. Con tus toquillas y tus patucos.
Me quedo
con tu arroz a la cubana de los sábados,
con tu pollo a la cazuela, con nuestras tardes de rosquillas…
Con tus
vestidos de colores, huyendo siempre del negro y por supuesto, con tus labios
rojo pasión.
Me quedo con
mi abuela la solidaria. Aquélla que dio cobijo en Nochebuena a quien más lo
necesitaba.
Con mi
abuela la sorprendente; la que sin necesidad de redes sociales, dio con quien
ella buscaba.
Con la
amante de las tradiciones, con el Viernes de Dolores, con la vigilia, con el 5
en la lotería de Navidad.
Me quedo
con tus nervios calmados en tila. Con la bisabuela constante y paciente que
dormía en la hamaquita a Aimar.
Con mi abuela
viajera, la de las excursiones, la de la maleta del lazo rosa. Con Rioseco y
Castirviejo.
Me quedo
con mi abuela animada; la Doña Rogelia, la violetera, la del Ande, ande, ande
la Marimorena.
La madre,
la esposa, la hija, la amiga de sus amigas que tomaba el sol detrás del
rascacielos.
Me quedo
con tu fe. Aquélla que te llevaba a cantar con fuerza en la iglesia del barrio
“Señor , tú has venido a la orilla”.
Hoy Él te
habrá mirado a los ojos, sonriendo habrá dicho tu nombre. En la arena has
dejado tu barca y junto a Él buscarás otro mar.
Cuida de
quienes más te han cuidado, disfruta de tu hijo, con la afinidad y complicidad
que siempre os caracterizó y dale un muxu enorme al abuelo de parte de los que
tanto le quisimos.
Muxu handi bat
Leyre Jiménez
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