2014/10/25

SUBIDA AL FARO DE LA PLATA 2014


Lehenengo aldia lasterketa honetan parte hartzen nuena, lehenengo proba hain korrikalari gutxiekin, lehenengo erronka San Pedron, lehenengo aldia zeinetan itsasargi bat niretzat bakarrik ez eta pertsona gehiegorentzat protagonista dena nik parte hartzen dudan karrera batean...



Lehenengo aldia Urguleko mutur horretara igo nintzena, berezia izan zen niretzat, oso berezia. Orduan dena irabazteko izatearen garrantziaz ohartu nintzen eta benekizkien beste zenbait gauza ere bizitzeko aukera izan nituen. Irrifarren balorea berriz ere baloratzen, "aLaia" izatearen onura, hemen eta orain bizitzearen irakaspena... Azken finean, bertara, itsasargi horretara, bueltatzea bazen nire nahia eta modu ezin hobean itzultzea otu zitzaidan, lasterketa ezin bereziago baten bidez. Berriz ere hark emandakoa bueltatzeko modu ezin hobean.


Argi dago proba "berexia" izan zela, berezia niretzat bere esanahi pertsonalagatik eta berezia berez, bere eskailerengatik, hain aldapa gogorrak izateagatik lehenengo igotzeko eta baita gero ere jesiteko, partaide kopurua benetan urria izan zelako, bere "zozketa gabeko" sariengatik... hainbeste gauzengatik sentitu nintzen, sentitu nahi nintzen moduan.

Akonpainatuta eta era berean nire bakardedean korri egiteko aukera izan nuen eta horixe zen berez nahi nuena, erronka bat besteekin, lasterketarekin, baina batez ere, lekua, egoera, bizi eta sentitzeko aukera izatea, eta halaxe izan zen. Magikotasunaren magia bizi nuen.

Probaren sentsazio fisikoak? kasu honetan gutxi inporta dute  (http://www.herrikrossa.com/clasificacion_faro_san_pedro.htm ), egun horretan garrantzia izan zuena beste behin ere, barneko lasterketa izan zen, sentsazio eta sentimentuen lasterketa.

2014/10/03

HONDARRIBIKO SPRINT TRIATLOIA 2014

El 22 de mayo de 2010 participé en mi primera triatlón. Fue en Hondarribi. Cuatro años y pico después me plantaba de nuevo en tierra fronteriza, en ese pueblo especial donde residen un par de sonrisas que me sirven de gasolina para avanzar por estos caminos de la vida, y en este caso también para debutar en una triatlón sprint. 750 metros a nado, algo más de 20 kilómetros en bici y 5.000 metros corriendo por delante.

Un sol radiante, igual que cuatro años atrás, acompañaba e invitaba a hacer la prueba con una sonrisa de oreja a oreja, para disfrutar de la carrera en sí misma y de esas sensaciones que hacen a uno sentirse grande, sentirse único, sentirse feliz... Sentirse sentir.

Sonó la bocina que daba comienza a la prueba y como siempre en ese instante en el que hay que zambullirse en el mar, me vinieron los recuerdos de esa primera triatlón allí mismo, en la que recibí más golpes de los que jamás había recibido hasta ese momento en mi vida, y quizá debido a ello, en esta ocasión supe esquivarlos al comenzar a nadar, aunque sorprendentemente los recibí más adelante, al pasar junto a las boyas e incluso en medio del mar, en la recta que iba de la primera a la segunda ciaboga. Aún así nade a gusto, especialmente en el último tramo, donde tuve las fuerzas suficientes para intentar subir el ritmo. 

Cuando uno acaba el sector a nado en Hondarribi, tengo la sensación de que siempre ocurre lo mismo, que no es otra cosa que sentir como la distancia entre la orilla y boxes es eterna. Ese tramo que hay que realizar corriendo sobre la arena es, al menos para mí, de lo más duro de toda la prueba, o al menos, de lo más pesado.

Tocaba coger la bici y en principio afrontar la parte más temida por casi todos en la triatlón: Subir al faro y sobretodo enlazarlo con la subida a Jaizkibel. Ese miedo que muchos tenían para mí era la mayor ilusión, mi mayor reto y sin duda alguna de lo más especial de una carrera que ya de por sí tenía mucho de especial.

Llegar al faro, a pesar de que sentí como me pasaban varios corredores en la subida, fue bonito y deseado. Metafórico una vez más. Y rodar en Jaizkibel fue simplemente, complejamente grande. ya de pequeño rodaba aquí junto al aita, junto a Niebla primero, Xamur después, algo menos desafortunadamente con Lai y ahora también junto a Beltzi. En Jaizkibel desde bien pequeño veía pasar a Chiapucci y compañía volando sobre sus bicis. En Jaizkibel he visto unos cuantos especiales anocheceres. Aquí también participé en mi primera prueba BTT. En Jaizkibel supe de momento por última vez, que el dolor es inevitable, pero que el sufrimiento es opcional. En estas rampas he disfrutado junto a mis amigos de "batallas" sobre dos ruedas. En Jaizkibel... 
y así, pedalada a padalada, feedback a feedback, iba haciendo camino para llegar cuanto antes al parador, donde volver a recibir imágenes del pasado con filtro morado, con filtro de sonrisa y bienestar. Allí arriba estaban dos seres especiales, dispuestos a animar y sonreir a mi paso, antes de darlo todo en la bajada sin dejar de mirar esa raya que forma el horizonte allá lejos en el mar. Allá lejos en el cielo.

Por último tocaba correr, ese sector que tanto me cuesta en comparación con el resto, pero en cambio esta vez supe compensarlo, supe hacerlo relativamente bien. Conseguí correr a cinco minutos el kilómetro, cifras redondas exactas. 25 minutos para recorrer cinco kilómetros. Jamás había corrido tan bien en ninguna otra triatlón. Conseguí cerrar el crono en 1:38:43, y lo cierto es que el tiempo en sí, poco importaba pero no en cambio esas sensaciones que me dejo el conseguir cumplir y llevar a cabo uno de esos pequeños sueños que me había marcado. 

Cuando vives con ilusión, es más fácil conseguir tus ilusiones; y es que alguien que pinta estrellas en el cielo, me enseño que la felicidad es un camino, no un destino.

http://www.triatloi.org/campus/pub/clasificacionPrueba.asp?idioma=eu&idPrueba=163

ZUMAIAKO TRIATLOI HERRIKOIA 2014

Como el año anterior, me planté en Zumaia éste también con intención de encontrar en su triatlón popular un reto, una nueva ilusión. Si en 2013 el objetivo era terminar y hacerlo sin molestias en los gemelos, en 2014 la idea principal era hacer un tiempo majo y sobre todo utilizar la prueba como trampolín, como entrenamiento de cara a mi primera triatlón sprint, la de Hondarribi que se celebraba tan solo una semana después.

El primer tramo a nado me permitió conocer una salida sin golpes ni patadas de primeras, aunque sí las recibí de segundas al realizar el giro en la ciaboga. Nadé cómodo, sin forzar, pero avanzando con comodidad por el agua, hasta el punto de realizar el vigesimo octavo mejor tiempo al pasar por primera vez por el arco de meta: 7:45.

La primera transición resultó ser lo peor de la prueba, muy lenta. Problemas para colocarme las zapatillas, más problemas para ponerme el dorsal... casi dos minutos los que terminé por malgastar en esta fase de la prueba.

La bici, la parte en la que siempre más disfruto, volvíó a no defraudarme, y eso que me costó coger el ritmo de primeras y encontrar un grupo en el que rodar a gusto. Algunas rampas me hicieron sufrir lo justo, pero en el llano y en los pequeños descensos me sentí realmente cómodo. Vigésimo noveno mejor tiempo en el tramo sobre dos ruedas con un tiempo de 22:08.

Si la primera transición fue lamentable, la segunda fue mejor, mucho mejor, quizá de lo más especial de la triatlón, y es que sonaba en boxes "A sky full of stars" de Colplay. La mejor gasolina posible para dar paso a la prueba pie, esa que siempre me cuesta más que al resto de los triatletas. Canción del momento, en el momento más apropiado. Mi momento. Nuestra canción...
Supe correr relativamente a gusto e intente coger una zancada maja de carrera, pero siempre a un ritmo superior a cinco minutos el kilómetro: 12:55 los dos coma cinco kilómetros que tenía el tramo a pie. Puesto quincuagésimo cuarto en el sector de runing.

Todo ello me condujo a finalizar con un tiempo de 42:48, la triatlón supersprint más rápida que jamás antes haya corrido, finalizando en la posición cuarenta de un triatlón que tiene un toque especial, por sus buenos organizadores, por el lugar en el que se desarrolla y una vez más por las vivencias, las sensaciones que uno es capaz de vivir en ella al subir las especiales escaleras cuando se acaba el tramo a nado, cuando te encuentras rodando en grupo ya volviendo de Oikina o, por supuesto, cuando llegas al faro en esa esquina del espigón donde sabes que ya queda menos para ver la luz, la meta.

http://www.triatloi.org/campus/pub/clasificacionPrueba.asp?idioma=eu&idPrueba=160