
La grandeza de lo pequeño. Atención exquisita a los pies de los Dolomitas. Cercanía y amabilidad. Uno sueña a veces con Hisa Franco, con estirar los kilómetros hasta Modena para ir al best de los 50 best... Y hoy sabemos que haber dormido en San Vito di Cadore y no haber visitado a Alessandra, Oliver y su atentísimo y elegante sumiller, habría sido quizá el mayor de los pecados.
Más que sueño, proyecto flash de ese binomio que unido suma mucho más que dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario