Psicólogo, confesor, trabajador social, pintor, constructor y chapuzas varias, relaciones públicas, orador, fiscal, abogado y juez, policía, investigador, limpiador, socorrista, informático, previsor de riesgos laborales, obrero, jefe, psicopedagogo, un largo etcétera e incluso maestro y hoy también cabezudo.
Siempre he creido en mi labor, en nuestra labor, en la importacia de ser lo que entre otras cosas soy, maestro. Pero quizá estás últimas semanas, y está última más si cabe aún, me he sentido todo lo arriba señalado y quizá algo más también. Me he sentido gigante.
Y en esa gigantez, quizá cuando más grandes eran esas pequeñas cosas que nos da la vida de las que tanto he hablado, y quizá hoy por primera vez en negativo, ha surgido una de esas grandes cosas que te da la muerte... Es entonces cuando uno se para a pensar, reflexionar y sentir que por muy gigante que me crea sigo siendo tan pequeño aún.
Así que sí, definitivamente sí, hoy he descubierto lo que quiero ser de "pequeño"... Buruhaundi... eso sí, no para pensar sino para hacer reir, llorar... en definitiva para sentir y hacer sentir.
Siento luego existo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario